Época: Cd8-2
Inicio: Año 1500
Fin: Año 1600

Antecedente:
Países Bajos

(C) Diego Suárez Quevedo



Comentario

Insistiendo en valorar los puros volúmenes arquitectónicos y sus combinaciones, de algún modo, los edificios de C. Floris (Ayuntamiento y palacio de la Hansa, en Amberes), habían supuesto una superación en este sentido. Lo mismo podría decirse de una construcción como el Fielato de Haarlem (1598), atribuido al citado Lieven de Key, donde el purismo y el reduccionismo devuelven la racionalidad clasicista al edificio, por otro lado, muy sencillo y funcional.
Pero esta superación tendrá lugar, sobre todo, en las primeras propuestas de una arquitectura eclesiástica dentro de la religión reformada, formuladas por Hendrik de Keyser en Amsterdam (Zuiderkerk, Westerkerk y Norderkerk) ya de las dos primeras décadas del seiscientos. En estos edificios se proponen una nueva tipología decorativa y -lo que es más importante- espacial, ajena al sentido del mundo católico con lo que, como señala Tafuri, la arquitectura de la Reforma comienza a consolidarse en su tradición independiente.

Estas iglesias holandesas se basan en una fragmentación espacial y decorativa de carácter esencialmente antisimbólico, ajenas totalmente al espacio unitario y persuasivo de la iglesia jesuítica de San Miguel de Munich. Al intelectualismo clasicista los Países Bajos habían opuesto el irrealismo y las contaminaciones del Rollwerk. A la persuasión de la arquitectura de la Contrarreforma, oponen ahora una total disponibilidad del espacio para que el fiel, ajeno a toda emoción, pueda ejercer un libre acto de conciencia, en unos abstractizados espacios geométricos, como también apunta Tafuri, totalmente antisimbólicos, irreales en su absoluto vacío de la forma.